EL VIAJE MAS SIGNIFICATIVO
En marzo de 2005, Eduardo pudo concretar un viejo anhelo, viajar al lugar del accidente en compañía de toda su familia. Lo hizo apenas un mes después de que el montañista mejicano Ricardo Peña encontrase sus pertenencias 32 años después.
En esta expedición participaron cerca de 100 personas, entre familiares y amigos, tanto de los supervivientes como de los que vivirán eternamente en la montaña y en la memoria de todos.